El pasado 5 de marzo culminó un juicio que se extendió por más de 19 semanas en contra de cuatro hombres que habrían protagonizado el mayor episodio de lavado de activos de la historia del Reino Unido.
Los hechos por los que estos cuatro individuos fueron juzgados se remontan al año 2014, cuando los británicos emprendieron una estructura para lavar capital proveniente del narcotráfico, a través de una pequeña joyería de West Yorkshire que sirvió como fachada para el estratosférico flujo de dinero en efectivo.
Billonario lavado de activos
Fowler Oldfield era la pequeña joyería, ubicada en Bradford, a la que en septiembre de 2016 atendieron las autoridades británicas para obedecer a una orden de registro emitida en respuesta a una serie de denuncias anónimas que aseguraban que a este local estarían ingresando diariamente cantidades impactantes de dinero en efectivo a través de bolsas plásticas.
En ese operativo, la Policía del Reino Unido incautó más de 2,1 billones de libras esterlinas, unos 11 mil millones de pesos colombianos. Sin embargo, esta operación fue tan solo la punta del iceberg del complejo caso de lavado de activos que se escondía detrás de esta sencilla joyería.
La joyería Fowler Oldfield fue la fachada de esta megaoperación de lavado de activos. Foto:EL TIEMPO.
Las investigaciones para rastrear el origen del dinero iniciaron tras el operativo, y la Unidad de Delitos Económicos de Reino Unido pudo establecer que Gregory Frankel, de 47 años, Daniel Rawson, de 47 años, Haroon “Harry” Rashid, de 54 años, y Arjun Babber, de 32 años, fueron los cerebros de la operación a través de la cual ingresaban aproximadamente 1.7 millones de libras esterlinas al local de Fowler Oldfield en bolsas de deporte, bolsas de plástico, cajas de juguetes envueltas para regalo e incluso envases de comida.
En documentos de la investigación, a los cuales EL TIEMPO tuvo acceso, se explica que el dinero, que provenía del narcotráfico, seguía una ruta particular que involucró a la compañía de James Stunt, un importante coleccionista de arte y ex yerno del quien fuera el máximo responsable de la Fórmula 1, Bernie Ecclestone.
Dicho hallazgo fue realizado luego de que los investigadores establecieran que las masivas sumas de dinero eran consignadas en las cuentas de Fowler Oldfield, desde tres lugares diferentes: las oficinas de Stunt & Company (la empresa de James Stunt), en Leconfield House, Curzon St, Londres; las instalaciones de una comercializadora llamada Pure Nines en New House, en Hatton Garden y Londres; y la sede propia de la joyería, en Bradford.
Además, en los documentos del juicio a los cuales EL TIEMPO tuvo acceso, se dejó constancia de que luego de realizar revisiones documentales, de libros contables y de más de 8000 horas de grabaciones de seguridad, las autoridades británicas pudieron establecer que entre enero de 2014 y septiembre de 2016, las cuentas de Fowler Oldfield recibieron más de 266 millones de libras esterlinas, algo más de un billón de pesos colombianos.
Documento del caso Fowler Oldfield emitido por la Policía de West Yorkshire. Foto:EL TIEMPO.
La Unidad de Delitos Económicos de Reino Unido estableció que el dinero fue blanqueado a través de la compra de oro en grano, que es irrastreable y fácil de ocultar. Este oro fue sacado del país según fuentes de la Policía de West Yorkshire.
Una vez se construyó el acervo probatorio que permitió emitir las órdenes de captura contra los cuatro hombres, las autoridades emprendieron la búsqueda de los individuos y hallaron a tres de ellos en el Reino Unido; Arjun Babber se encontraba internado en un hospital luego de tratar de huir del país sin éxito, mientras que Daniel Rawson and Gregory Frankel fueron detenidos sin inconveniente.
Sin embargo, uno de los miembros de la banda que logró mover diariamente y durante años el dinero equivalente a los ingresos diarios de un club de la liga de fútbol inglesa, no se hallaba en territorio británico. Haroon Rashid había huido a Colombia.
Estos fueron los cuatro condenados por el caso de lavado de Fowler Oldfield. Foto:EL TIEMPO.
Fugitivo en Antioquia
Durante el juicio en el que los cuatro hombres fueron condenados por delitos de lavado de activos, el juez Andrew Stubbs aseguró que Rashid había escapado a Colombia hace años, y que durante la lectura de la sentencia se encontraba “asoleándose en algún lugar”.
Según lo conoció EL TIEMPO a través de medios regionales de Antioquia, fue el caso de una mujer oriunda del departamento el que permitió rastrear el paradero de Rashid hasta Colombia.
Esta mujer relató que en 2017 conoció al hombre por el cual la justicia británica ofrece hasta un millón de libras esterlinas de recompensa, es decir, unos 5 mil millones de pesos colombianos.
Según la versión de la mujer, Rashid se presentó como un exitoso empresario británico del gremio de la joyería, todo esto se dio en el marco de una feria de minería en Antioquia. La mujer fue conquistada por el extranjero quien, tras seis meses de relación le propuso matrimonio, ofreciéndole una vida de lujos en Inglaterra con autos de lujo, viajes, propiedades y acceso ilimitado a joyas.
La mujer relata que incluso pudo conocer a los familiares del británico. Sin embargo, luego de que contrajo matrimonio con Rashid en 2018, el hombre se convirtió en un individuo violento, controlador y celoso, que la maltrató en múltiples oportunidades tanto física como psicológicamente. Además, el hombre también habría ejercido presión sobre la mujer de manera financiera.
El hombre se estableció desde 2017 en el Oriente antioqueño tras contraer matrimonio. Foto:Archivo particular
EL TIEMPO conoció que la mujer fue sometida a todo tipo de subyugaciones por parte de Haroon Rashid por cuatro años. Pero durante este tipo, la mujer estuvo prestando cuidadosa atención a conversaciones y llamadas que el hombre realizaba en el exterior, que le permitieron a la mujer descubrir que Rashid estaba involucrado en negocios ilícitos trasnacionales.
Según el relato de la mujer, ella habría decidido utilizar esta información a su favor, amenazando con denunciar a su esposo, pero, su actuar le jugó en contra, en tanto el británico le habría dicho que si lo denunciaba la asesinaría y la enterraría él mismo.
Eventualmente, la mujer logró separarse del británico, sin embargo, este no fue el fin de su suplicio, pues, según aseguró, el hombre la ha estado siguiendo constantemente, enviándole fotos de sus familiares para ejercer presión sobre ella.
La mujer incluso se remitió a un episodio en el que Rashid la atacó en un restaurante del Oriente antioqueño, rociándole sustancias tóxicas e inflamables.
Por ahora, las autoridades británicas estarían articulándose con la Policía de Antioquia para dar con la captura del hombre que fue condenado el pasado 7 de marzo a 10 años de prisión en el Reino Unido por lavado de activos.
NICOLÁS TAMAYO ESCALANTE
Periodista de Nación, en Medellín.
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