En lo alto de la Catedral San Nicolás el Magno, construida en el corazón del municipio de Rionegro, se encuentra un histórico instrumento que ha marcado los días de la población rionegrera.
Corresponde a un reloj que según señala su péndulo llegó a la localidad de la ciudad inglesa de Londres durante el siglo XIX.
“London 1838”, se lee en el grabado que el tiempo no ha podido borrar y que día a día se mueve de un lado para otro marcando los segundos de quienes caminan por la plaza principal.
Péndulo del reloj de la Catedral de Rionegro. Foto:Juan Pablo López Patiño
Álvaro Arteaga Valencia, director del Museo de Arte Religioso de Rionegro, quien lleva 55 años al frente de este espacio de historia, cuenta que gracias a los sacristanes de la iglesia tuvo la oportunidad de darle cuerda, por lo que desde muy pequeño se despertó en él una gran curiosidad de saber más sobre este instrumento que engalana el frontis de la Catedral.
“Yo le di cuerda muchos años, pero en el péndulo está la fecha en que llegó a Rionegro y ahora, últimamente, encontré quiénes fueron las tres personas que lo regalaron”, comenta Arteaga Valencia.
En lo que ha podido investigar el director del Museo aparecen los nombres de un grupo de prestigiosos personajes que estuvieron detrás de la llegada del reloj. Estas personas fueron Francisco Mejía, Sinforoso García y José María Montoya.
Catedral San Nicolás Rionegro Foto:Alcaldía de Rionegro
“Esas tres personas eran supremamente ricos y poderosos, y ellos fueron los que propiamente con el cura que construyó la Catedral dieron la plata para traer este reloj y ponerlo ahí”, agrega Arteaga.
El responsable del reloj
Juan Pablo López Patiño, actual sacristán de la Catedral San Nicolás el Magno, es desde hace tres años la persona responsable de todo lo que pase con el reloj. Explica que antes de su llegada al puesto, había un relojero de planta que se encargaba de darle cuerda para que este marcara las horas y diera las campanadas.
Fue el relojero quien, con su larga experiencia, le contó que el instrumento que tienen en la iglesia más importante de Rionegro es uno de los pocos que él conocía con un mecanismo tan grande.
“El reloj básicamente yo cada cuatro días más o menos le tengo que estar dando cuerda y mirando que esté bien aceitado, que esté funcionando correctamente”, dice el sacristán.
Reloj de la Catedral de Rionegro. Foto:Juan Pablo López Patiño
Este aparato funciona con dos pesas que cuelgan del mismo número de cuerdas y que se observan desde el altar. Una de ellas se llama la cuerda de la marcha y la otra se conoce como la cuerda de la campana.
Estas dos pesas, rememora el sacristán, cuando él tenía 11 años y fue acólito en esta iglesia, veía como unas veces estaban más arriba, otras estaban a la mitad y otras más abajo, “entonces sentí curiosidad y ya cuando vine a trabajar aquí, ahí fue donde me di cuenta que esas pesas se dan cuerda con unos engranajes que hay en el reloj”.
La manera en que estas funcionan es a través de una herramienta que es muy parecida a la cruceta de los carros, solo que esta tiene una línea recta que se ensarta en los engranajes que tiene el reloj en la parte de atrás.
“Uno ensarta ese palo ahí, un palo de metal pesado, uno lo ensarta ahí y ya empieza a girar las pesas. La cuerda de la marcha la empieza a girar en el sentido contrario de las manecillas del reloj y la otra pesa, que es la cuerda de la campana, esa es en sentido de la manecilla del reloj”, explica López.
Reloj de la Catedral de Rionegro. Foto:Juan Pablo López Patiño
Aunque el oficio que realiza el sacristán con el reloj muchas veces pasa desapercibido entre los feligreses, pues tiene otras responsabilidades en el templo como dar las campanadas 30 minutos antes de la eucaristía, tener listos los utensilios que el sacerdote usará en la ceremonia y hacerle aseo al lugar, cuando el reloj por alguna razón detiene su marcha o está dando mal la hora, de inmediato la comunidad se lo hace saber
¿Siempre estuvo ahí?
El director del Museo de Arte Religioso de Rionegro agregó que la Catedral de Rionegro ha tenido cuatro frontis, cuatro fachadas desde su construcción, pero siempre ha sido la misma hasta donde se encuentra empotrado el reloj. Las modificaciones se han hecho desde este hacia arriba.
Catedral San Nicolás Rionegro Foto:Alcaldía de Rionegro
“Ha sido modificado (el frontis), pero simplemente en la decoración, la estructura fue cambiada por Goovaerts (Agustín) hace 100 años, que fue el que hace lo que usted ve hoy en día, pero el reloj estaba ahí mismo, en el mismo sitio y todo (…) el reloj siempre lo he notado yo en las fotos que conozco y tengo, siempre ha estado en el mismo sitio, o sea que ahí no cambiaron nada”, concluyó Arteaga Valencia.
LAURA ROSA JIMÉNEZ VALENCIA
Periodista de Nación
Medellín
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