Más allá de la cantidad de viviendas destruidas y/o desalojadas por riesgo de colapso, la actual temporada de lluvias ha cobrado la vida de más de 30 personas en el Valle de Aburrá.
La más reciente, entre Medellín y Bello, ocurrida el pasado 24 de junio, lleva 22 víctimas mortales, de los cuales seis son menores de edad.
11 días antes de este evento, la ciudad lamentó el fallecimiento de una mujer y su bebé de 8 meses quienes fueron sepultados por un movimiento en masa en el sector Carambolas, en Manrique.
El hecho ocurrió en zona rural de Altavista Foto:Alcaldía de Medellín
Otras dos tragedias precedieron las ya mencionadas. La primera tuvo lugar el 9 de mayo en el barrio San Isidro de Sabaneta, cuando una montaña se vino encima de varias viviendas dejando un saldo de cinco personas fallecidas.
La segunda, ocurrió en el corregimiento de Altavista el 29 de abril debido al desbordamiento de una quebrada que arrastró a una mujer de 37 años y a su hijo, de 13, quienes perdieron la vida.
Panorama preocupante
Y a la par que los vecinos del sector siguen llorando a sus muertos, también siguen con el temor y la zozobra de que una próxima lluvia fuerte les cueste la vivienda o hasta la vida.
Riesgo en Villatina Foto:Jaiver Nieto
Y es que las laderas de Medellín y su área metropolitana están saturadas de agua lo que incrementa el riesgo de deslizamientos de tierra y/o avenidas torrenciales.
Paula Palacio, directora del Área Metropolitana del Valle de Aburrá (AMVA), indicó que desde febrero han registrado un incremento en el promedio de lluvias esperado llegando incluso a superar el 250 por ciento en algunas estaciones, lo que ha generado que actualmente las montañas estén saturadas de agua.
“Tuvimos 845 eventos de riesgo de alerta entre naranja y roja por corrientes superficiales (…) entre abril y mayo se registraron más de 65 zonas afectadas por movimientos en masa y lluvias extremas”, indicó la directora.
LEA TAMBIÉN

Las cifras referentes a las fuertes precipitaciones en Medellín este año son alarmantes.
Datos del Departamento Administrativo de Gestión del Riesgo de Desastres (Dagrd) revelan que, con corte al 3 de julio, en la ciudad han atendido 4.360 emergencias, de las cuales 919 han sido por caída de árboles, 365 por deslizamientos de tierra, 164 por deterioro estructural y 115 por inundaciones.
Tan solo en junio la entidad atendió 709 emergencias, de las cuales 70 fueron deslizamientos de tierra, es decir, un promedio de más de dos casos por día.
Los corregimientos de Altavista, San Cristóbal y San Antonio de Prado, así como las comunas Villa Hermosa y El Poblado, son las zonas más afectadas.
Vereda Manzanillo, en Altavista Foto:Alcaldía de Medellín
Y más allá de las afectaciones humanas, también preocupa el número de viviendas que deben ser evacuadas por estar en zona de riesgo.
El total de emergencias en lo que va del año han generado 1.220 recomendaciones de evacuación, de las cuales 650 han sido temporales y 570 definitivas.
Lo que dicen los expertos
Por su parte, el ingeniero Juan Guillermo Acevedo, especialista en Recursos Hídricos con énfasis en aspectos ambientales y quien hace parte de la Sociedad Hidroituango, advirtió que tragedias como la ocurrida en la vereda Granizal podrían repetirse y que esta situación exige, entre otras cosas, una revisión urgente de los sistemas de drenaje de los municipios del área metropolitana.
Avenida torrencial en Medellín Foto:Dagrd
El experto aseveró que los suelos están saturados de agua y no hay capacidad para enfrentar el crecimiento urbanístico, muchas veces desordenado.
“Estos deslizamientos tienen más riesgo de presentarse en sitios donde no se han hecho construcciones de forma regular y cumpliendo normas urbanísticas. Además, entre 2015 y 2023 la ciudad ha crecido en el orden de un 12 por ciento sus habitantes (unas 300.000 personas) lo que hace que los sistemas de drenaje urbano se vean afectados si no hace una actualización en sus diseños y procesos constructivos”, opinó el experto.
Agregó el ingeniero que se debe hacer un monitoreo constante a estas laderas para verificar sus condiciones para tomar acciones preventivas que permitan que estas tragedias se repitan.
“Estos deslizamientos tienen más riesgo de presentarse en sitios donde no se han hecho construcciones de forma regular y cumpliendo normas urbanísticas.
Juan Guillermo AcevedoEspecialista en Recursos Hídricos con énfasis en aspectos ambientales
Indicó que las zonas de montañas que tiene la subregión, sus altas pendientes, situaciones irregulares en el uso del suelo y ocupaciones indebidas en las márgenes de las quebradas son situaciones que agravan el riesgo en el Valle de Aburrá.
“Esto afecta la capacidad de drenaje favoreciendo procesos de socavación y erosión en las laderas”, puntualizó Acevedo.
Inversiones al Siata
Radares de calidad del aire en el Valle de Aburrá Foto:Cortesía
Una de las herramientas más destacadas que tiene la subregión para monitorear y generar información en tiempo real sobre situaciones hídricas y de calidad del aire es el Sistema de Alertas Tempranas (Siata).
Este programa, a cargo del Área Metropolitana del Valle de Aburrá (AMVA), se implementó desde el 2011 y ha tenido incrementos en sus inversiones a lo largo de los últimos años, pero en este año estuvo cuestionado por un supuesto desfinanciamiento.
La Veeduría Todos por Medellín presentó un derecho de petición solicitando claridad sobre la asignación de recursos al Siata.
La respuesta del AMVA indicó que el presupuesto 2025 sería de aproximadamente $34.000 millones.
Monitoreo de expertos del SIata Foto:Siata
“Sin embargo, esta información no concuerda con las cifras contenidas en los documentos oficiales. Mientras que el Plan de Acción y el Plan de Adquisiciones reflejan un presupuesto de $15.375 millones y $18.356 millones respectivamente, la respuesta del AMVA sugiere una asignación significativamente mayor”, indicó la Veeduría.
El pasado miércoles 2 de julio se realizó un debate de control al Siata en el Concejo de Medellín, en el que la directora del Área Metropolitana, Paula Palacio, aseguró que la herramienta cuenta con una inversión de $46.233 millones proyectada para este año, “de los cuales más de $9.000 millones están destinados a modernización tecnológica”.
LEA TAMBIÉN

Al respecto, el concejal José Luis Marín, indicó que esta cifra entregada por la directora del AMVA no aparece en el Plan de Acción 2025 del Siata.
“No es suficiente las cifras que traiga el AMVA a este debate, estas deben verse reflejadas en los instrumentos públicos a los cuales se les puede hacer seguimiento. Esta discrepancia de cifras genera dudas e incertidumbre”, expresó el corporado.
ALEJANDRO MERCADO
Periodista de Nación
Medellín