En un operativo conjunto entre soldados y policías fueron ubicadas y destruidas unidades de producción minera que pertenecerían a las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (Agc) o ‘clan del Golfo’ en el municipio de San Rafael, Antioquia.
Con ganancias superiores a los 1600 millones de pesos, en el lugar, ubicado en la vereda el Ingenio, fue encontrada una excavadora, dos dragas tipo buzo, siete motobombas, una clasificadora de minerales y 1700 galones de ACPM.
El brigadier general Jorge Ricardo Hernández Vargas, comandante de la Cuarta Brigada del Ejército Nacional, manifestó que el sitio sería explotado por la subestructura Pacificadores de Samaná, grupo del ‘clan del Golfo’ que se ha vanido en un proceso de expansión por el Oriente del departamento.
“Se puede evidenciar un daño ambiental de más de seis hectáreas, en donde se removieron cerca de 45 mil metros cúbicos de suelo y subsuelo, deforestando aproximadamente 5000 árboles y contaminando los afluentes hídricos de la región. El tiempo de recuperación de estos ecosistemas se estima sea superior a 40 años”, manifestó el comandante.
Todo el material encontrado en el sitio, incluyendo unos cambuches, fue destruido en el lugar de manera controlada por expertos, en cumplimiento con lo establecido en la Ley 1801 y decreto 1035 para la actividad de destrucción.
Les destruyeron un laboratorio
En la subregión del Norte antioqueño, unidades del Ejército Nacional ubicaron un laboratorio para el procesamiento de pasta base de coca que pertenecería a la subestructura Julio César Vargas Torres, del ‘clan del Golfo’, el cual fue destruido.
Ocurrió en la vereda El Gurrí, zona rural de Briceño, donde soldados del Batallón de Artillería de Campaña N.° 4 de la Cuarta Brigada, hallaron en medio de la maraña la estructura con insumos para el procesamiento de pasta base.
En el laboratorio encontraron 60 galones de cocaína y 40 galones de pasta base de coca en proceso de fabricación, 20 galones de gasolina, 20 galones de ACPM, 50 kilogramos de nutrimon, 50 kilogramos de cemento y más de media tonelada de hoja de coca lista para ser empleada en el procesamiento de pasta base.
“Esta afectación está avaluada en más de 400 millones de pesos, dinero que deja de recibir la subestructura Julio cesar Vargas torres del Gao ‘clan del Golfo’, los cuales son utilizados para adquirir armamento, explosivos y demás elementos para atentar contra la población civil y las tropas que permanecen en el sector”, agregó el brigadier general.
Los jefes de la organización ilegal
El cabecilla principal de las Agc es Jobanis de Jesús Ávila Villadiego, conocido con los alias de ‘Chiquito Malo’ y ‘Javier‘, quien heredó la organización tras la extradición de Dairo Antonio Úsuga David, alias ‘Otoniel’.
En 2018, el gobierno de Estados Unidos lo solicitó en extradición y hoy ofrece una recompensa de hasta 5 millones de dólares por información que lleve a su captura.
‘Chiquito Malo’, de acuerdo a fuentes de inteligencia cuenta con 4.999 en las filas de su organización, de ellas 1.740 en armas y 3.259 en redes de apoyo.
El segundo al mando es José Gonzalo Sánchez, alias ‘Gonzalito‘; le sigue Orozman Orlando Ostén Blanco, alias ‘Rodrigo Flechas’.
Tanto ‘Gonzalito’ como ‘Rodrigo Flechas’, mueven los hilos financieros del tráfico de cocaína y la minería ilegal; a lo que se sumarían nuevas actividades criminales como tráfico de migrantes irregulares.
A estos hombres le siguen Elkin Posada Casarrubia, alias ‘Joaquín’, jefe de la estructura ‘Juan de Dios Úsuga’ y José Miguel Demoya Hernández, alias ‘Chirimoya’, jefe de la estructura ‘Arístides Mesa’.
De acuerdo con las fuentes de inteligencia, Luis Armando Pérez Castañeda, funge como jefe pseudopolítico, encargado de direccionar la propuesta de acercamiento con el gobierno de Gustavo Petro.