En la tarde del viernes, 10 de enero, un ciudadano venezolano que se encontraba a orillas del río Mutatá, en el Urabá antioqueño, encontró a un bebé recién nacido abandonado.
El hallazgo fue informado a los vecinos del lugar y a uniformados de la estación de Policía de Mutatá quienes llegaron al lugar para trasladarlo de inmediato al área de urgencias del Hospital La Anunciación donde fue internado.
Juan Guillermo Orozco, secretario de Gobierno de Mutatá, contó que el pequeño fue encontrado en buen estado de salud por parte de los galenos, pero por decisión de los especialistas, este debía ser remitió a otro centro asistencial para recibir atención especializada.
“La Comisaría inmediatamente abordó el caso, activó la ruta que se da para atender este tipo de situaciones y se informó al ICBF aquí en la regional Urabá”, manifestó el secretario Orozco.
Precisamente, desde la Comisaría de Familia se tomó la decisión de instaurar una denuncia en la Fiscalía General de la Nación, para que se investigue quién fue el responsable de abandonar al pequeño y que sobre él caiga todo el peso de la ley.
Ya tiene un nombre
El secretario Orozco agregó que el bebé fue registrado como José Mateo Velásquez Durango para atención hospitalaria y afiliación a la EPS.
Así mismo, que una mujer del municipio, conocida por la toda la comunidad, fue autorizada por la Comisaría para que esté pendiente del pequeño en el hospital, mientras avanza su atención médica y el restablecimiento de derechos.
“Muy lamentable que tengan a un bebé y lo dejen abandonado a la orilla del río, pero aquí los funcionarios del hospital, de la Administración y la gente del pueblo ha estado muy pendiente y muy solidaria con el bebé”, concluyó el secretario.
Por los rasgos físicos del infante, las autoridades presumen que se podría tratar de un bebé de la comunidad Embera, por lo que el hallazgo le fue informado al gobernador del Cabildo Mayor Indígena de Chigorodó para que investigue dentro de su comunidad.
El pequeño José Mateo fue remitido en la tarde de este sábado a la Fundación Soma Chigorodó para recibir atención especializada.
Un caso de maltrato infantil
El Instituto Colombiano de Bienestar (ICBF) señala que el abandono es una forma de maltrato infantil que ocurre cuando los padres o representantes legales de un niño dejan de darle todo el amor, el cuidado y la protección que necesitan, y dejan de suplir sus necesidades básicas. Es decir, el abandono también puede ser físico, emocional o psicoactivo. Para la ley todas son injustificables.
Según el Código Penal Colombiano, quien abandone a un menor de 12 años o a personas que se encuentren en incapacidad de valerse por sí mismas, será castigado con una pena de 32 a 108 meses de prisión. Si el abandono ocurre en un lugar despoblado o solitario, la pena puede aumentar hasta en una tercera parte.