En una batalla campal se convirtió el estadio Pascual Guerrero de Cali. Con ráfagas de pólvora, desde el segundo piso de la tribuna sur, un joven con tapabocas y gorro del equipo escarlata disparaba con sevicia a un grupo de uniformados del Undmo de la Policía, quienes trataban de repeler el ataque, mientras simultáneamente otros integrantes de las barras destrozaban con piedras lo que veían a su paso. Esas imágenes pusieron en segundo plano el fútbol y dejaron una pregunta, ¿qué pasa con las barras bravas en Colombia?
El bochornoso show de ‘Barón Rojo’, barra del América de Cali
Más allá de los cuestionamientos de cómo pudieron logrado ingresar este artefacto de gran tamaño y que no pasa desapercibido a la vista de cualquier persona en el estadio ‘Sanfernandino’, mucho se preguntan qué tanto poder ha adquirido la barra Barón Rojo Sur, que dice apoyar al América de Cali.
Los mitos son tan innumerables como el número de ráfagas de la persona que lanzó la pólvora contra los policías: que hacen controles a las afueras del estadio, verifican si las personas tienen tatuajes de equipos rivales, incluso, en algunos casos, piden hasta cédulas para analizar el origen de las personas que asisten al Pascual Guerrero y agredir a todo el que no esté con el escarlata.
Este tipo de comportamientos autoritarios han hecho que las autoridades no descarten la presencia de grupos criminales detrás del esta barra que, para muchas personas, ha logrado intimidar a nivel local y nacional.
Tras los disturbios del 15 de diciembre, un día antes de la Novena de Aguinaldos, el personero de Cali, Gerardo Mendoza, aseguró que en la barra habría presencia de grupos criminales, tras realizar una inspección al estadio Pascual Guerrero, luego de los enfrentamientos entre hinchas y autoridades.
Durante el recorrido, el jefe del Ministerio Público expresó que lo ocurrido en la final entre el rojo de Cali y el verdolaga de Medellín también podría obedecer a “miembros de bandas criminales, disfrazados de hinchas que comprometen el evento deportivo, la vida de la Fuerza Pública y de los demás espectadores”.
Mendoza también constató el consumo de psicoactivos adentro del escenario, especialmente, en la tribuna sur, toda vez que en los baños de mujeres se encontraron preservativos, que posiblemente fueron empleados por algunas para ingresar esas sustancias al estadio de manera intravaginal, lo que permitió su posterior comercialización en la tribuna, aumentando de paso los estados de alteración de los consumidores.
La delgada línea con crimen organizado
No es la primera vez que esta barra caleña, creada en el año 1994, inspirada en el mejor piloto de guerra de la historia mundial, protagoniza actos que van desde lo vandálico hasta lo criminal.
Desde ataques al metro de Medellín, al alambrado del estadio Nemesio Camacho El Campín, de Bogotá, y el Manuel Murillo Toro, de Ibagué, e innumerables disturbios, la barra ha sido conocida por su accionar violento.
Pero fue en el año 2017 que un líder de dicha barra decidió denunciar posibles nexos de Barón Rojo Sur con grupos criminales y dedicados al microtráfico.
Se trata de Johanny Jaramillo Martínez, también conocido como alias ‘Toyota’, quien fue líder de Barón Rojo y denunció que grupos criminales y dedicados al narcotráfico habrían buscado a barristas para lavar dinero.
La férrea organización de la barra y el número de sus integrantes, era más que un atractivo para dichos grupos, según manifestó alias ‘Toyota’ al diario ‘El País’, de Cali, antes de ser asesinado en el barrio Ciudad Córdoba, en el oriente de la ciudad de Cali.
Alias ‘Toyota’ había manifestado que el crimen organizado le había ofrecido hasta más de 100 millones de pesos para lavar dineros ilícitos. El asesinado exlíder de la barra escarlata, que era una pieza clave de la Fiscalía, aseguró que en otros frentes de la barra se había instalado un sistema de microtráfico. Esta situación no solo era en Cali, también se presentaba en otras ciudades del país, a gran escala.
Las barras bravas ‘verdes’ y los seguidores del DIM
Atlético Nacional tuvo que abandonar el estadio Pascual Guerrero de la ciudad de Cali en tanquetas de la Policía Nacional a causa de la falta de garantías en seguridad, producto de los enfrentamientos que se presentaron entre fanáticos del América de Cali y miembros de la Fuerza Pública cuando se disputaba el minuto 84 del compromiso de la final de la Copa. Pero ‘los verdolagas’ no solo han sido víctimas, también han protagonizado actos de violencia en la capital paisa y en otras ciudades del país.
A comienzos de 2024, más específicamente en febrero, Nacional recibió a Millonarios por la sexta jornada del campeonato nacional. Este compromiso terminaría 1 a 0 a favor de los visitantes, y tras concluido el juego, hubo desmanes en la tribuna sur del Atanasio Girardot.
El 14 de febrero varios hinchas presentes en la barra popular de Atlético Nacional le prendieron fuego a varias de las sillas de la tribuna como muestra de inconformidad por el resultado del compromiso.
En ese entonces, la sanción la aplicó la administración distrital de la ciudad, encabezada por La Comisión para la Seguridad, Comodidad y Convivencia del Fútbol, quienes determinaron que no habría ingreso para la hinchada del conjunto verde a la tribuna sur durante dos partidos, y posteriormente, durante cuatro partidos no iban a poder ingresar portando ningún distintivo alusivo a Nacional. En ese entonces, la barra de Atlético Nacional manifestó su voluntad de hacer reparación por los daños causados, iniciativa que la Alcaldía respaldó.
El pasado viernes 27 de septiembre, en el marco del partido entre Atlético Nacional y Junior de Barranquilla, el encuentro tuvo que ser suspendido por enfrentamientos entre hinchas en la tribuna norte del Atanasio Girardot.
Luego de que Marino Hinestroza, jugador del conjunto antioqueño, marcara el 2 a 0 parcial a favor de los locales, hinchas de Atlético Junior le habrían hurtado unos trapos (banderas tradicionales de las barras de fútbol) lo cual habría producido la reacción de los aficionados presentes en la tribuna norte. En ese momento estallaron los enfrentamientos.
Peleas a cuchillo, golpes e hinchas cayendo de la parte alta del estadio a las tribunas inferiores dejaron como resultado 25 personas heridas. El partido tuvo que finalizar con más de media hora de encuentro por delante y la Dimayor, el órgano rector del fútbol colombiano, tomó correctivos por lo sucedido.
40 millones de pesos en multa en contra de Atlético Nacional y la suspensión del ingreso de hinchas al Atanasio Girardot por seis partidos fue la determinación tomada por la Dimayor, que además le dio el partido por perdido a los locales por no garantizar las condiciones de seguridad para su disputa.
El último episodio destacado en el Valle de Aburrá fue el histórico clásico entre Independiente Medellín y Atlético Nacional del 3 de diciembre del año pasado, que, no solo quedó en los registros por la abultada victoria del conjunto rojo por 5 a 0, sino porque llegado el minuto 80 el partido, que se disputó en el Polideportivo Sur de Envigado, tuvo que ser suspendido por desmanes en las tribunas.
La hinchada presente en el estadio del municipio de Envigado comenzó a lanzar objetos a la cancha cuando el resultado era 3 a 0 a favor de Independiente Medellín, y una vez los visitantes marcaron el cuarto y quinto gol, el lanzamiento de objetos escaló, y se presentó una invasión al terreno de juego por varios aficionados, además de agresiones al personal logístico de la plaza.
Por estos hechos, el comité disciplinario de la Dimayor decretó 2 fechas de sanción total para la plaza de Atlético Nacional (el Atanasio Girardot), más dos fechas de sanción parcial para la tribuna noroccidental y multas que superan los 40 millones de pesos para el club.
El robo de trapos orquestado por ‘el equipo Tiburón’
En junio de 2023, una comunidad de Cali reportó el robo de, al menos, 15 elementos (‘trapos’) que pertenecían a la barra brava ‘Barón Rojo Sur’, del América de Cali, y que estaban guardados en una vivienda de esa ciudad. Unos días después, la Banda de ‘Los Kuervos’, de Junior, posó en las redes sociales con algunos de los artículos hurtados, atribuyéndose así la participación en ese accionar, en el que estaría involucrada, presuntamente, la barra de otro club del FPC. Desde entonces, los integrantes de BRS advirtieron posibles retaliaciones, mientras que uniformados de la Policía Nacional reportaron por este hecho la captura de seis personas en Barranquilla, Pereira y Cali.
🇨🇴 Roban al Baron Rojo Sur – América de Cali
Anoche mientras la barra del America estaba en el recital de Pibes Chorros, gente de Deportivo Cali y Junior Barranquilla entraron a robarles a la casa donde guardaban los trapos, alrededor de 15 trapos fueron hurtados. pic.twitter.com/v82g27LtDp
— 🥊𝕳 BARRAS DEL MUNDO ⚽🍺 (@Barras_LATAM) June 11, 2023
Otro caso, pero esta vez en el interior del estadio Metropolitano Roberto Meléndez, sucedió en mayo de 2024, cuando unos sujetos que vestían indumentarias de Junior se enfrentaron entre sí en la tribuna sur, donde se ubica la popular barra Frente Rojiblanco Sur y otros colectivos.
Se jugaba el partido Junior vs. Bucaramanga, de la fase de cuadrangulares de la Liga 2024-I, cuando empezó la riña en la segunda planta de la gradería. La situación se tornó tan violenta que las familias y demás aficionados debieron ser evacuados por la pista atlética y reubicados en otras tribunas. El cotejo fue suspendido por unos minutos hasta que las autoridades retomaron el orden público. La Policía reportó el traslado de 12 personas a la UCJ y la imposición de 14 medidas correctivas.
En ese mismo mes, individuos que se identificaban como barristas de ‘Los Kuervos’ intimidaron a aficionados de Independiente Medellín en un aeropuerto de Perú. Decían que lo hacían por las agresiones que les propinaron a allegados del grupo, a manos de presuntos miembros de ‘Rexixtenxia Norte’, barra del equipo antioqueño. Los barristas del club barranquillero también se vieron involucrados en desórdenes por enfrentamientos en una terminal aérea de Santiago de Chile. Los hechos ocurrieron en agosto. Algunas versiones indicaban que sostuvieron una riña con aficionados del DIM y otras apuntaban a que eran miembros del Barón Rojo.
El pasado 27 de octubre, el entorno del estadio Metropolitano de Barranquilla volvió a ser epicentro de hechos violentos. Esto, antes y durante el encuentro entre Junior y América, por la fase ‘todos contra todos’ de la Liga 2024-II. Barristas del equipo rojiblanco advirtieron que “no permitían” a seguidores del club rival ni cerca ni dentro del escenario deportivo, como una “medida” por los hechos ocurridos en Cali en junio de 2023.
Un video captó el momento en que un grupo de sujetos con indumentarias de Junior agredían con puños, patadas y puñal a un joven que señalaban de ser hincha de América en la parte externa del ‘Metro’, sobre la avenida Murillo. Un par de horas después se conoció la historia de una ciudadana que fue invitada por su hijo por primera vez al Roberto Meléndez para ver a Junior y un individuo, presuntamente de ‘Los Kuervos’, la agredió con un objeto contundente en la cabeza. El sujeto lanzó el elemento desde la segunda planta de la tribuna oriental y golpeó brutalmente a la adulta mayor, quien sufrió una herida y debió ser atendida por los organismos de socorro.
En Bogotá, no solo se registran hechos violentos dentro del estadio
Cada vez que el estadio El Campín es el escenario de un juego entre dos equipos de fútbol, hay una gran probabilidad de que el encuentro pase de la cancha a las calles y estas se conviertan en un escenario violento.
Uno de los casos más bochornosos, durante el partido que disputaron los combinados de Millonarios y del Deportivo Independiente Medellín (DIM) el 9 de abril de 2023, una batalla campal se desencadenó en la avenida NQS, que pasa por enfrente del estadio. Allí, un grupo de aficionados del equipo azul arremetió contra uno de los buses que transportaba a los hinchas del DIM.
En videos divulgados en redes sociales se observaba cómo los fanáticos azules lanzanban objetos contra los vehículos, muy cerca de la estación de gasolina ubicada en la NQS con calle 53, cerca de la tribuna sur, donde se ubica una de las barras bravas de Millos, la ‘Blue Rain’.
En abril de 2022, armados con machetes, hinchas de diferentes barras bravas de Nacional se enfrentaron en la variante Cota-Chía. Allí, un hombre fue apuñalado por otros 15 ‘compañeros’ y más de una decena resultaron heridos.
De acuerdo con información recopilada por EL TIEMPO, la Secretaría de Gobierno y un estudio de la Universidad Central sobre estos grupos, en Bogotá hay siete barras bravas oficiales de los equipos Millonarios, Santa Fe, América y Nacional. Sin embargo, el número se puede duplicar cuando se tienen en cuenta las barras tradicionales de cada escuadra.
‘Blu Rain’, ‘Comando Izquierda’, ‘Comando Derecha’, ‘La Guardia Albirroja Sur’, ‘Los del Sur’, ‘Nación Verdolaga’ y ‘Disturbio Rojo Bogotá’ conforman los siete grupos que resguardan a la afición y marcan territorios. Cada una de estas organizaciones, legítimamente reconocidas, puede tener entre 50 y 60 ‘parches’ internos, entre los que también existen diferencias y disputas por el control de los territorios.
Se enfrentan en parques y plazoletas a machete y piedra por mantener el control de barrios y las cuadras
ciudadanía–
Los expertos dicen que el principal foco de ubicación de estos grupos está en el occidente: Bosa, Engativá, Kennedy, Fontibón Puente Aranda, Teusaquillo, Chapinero, Rafael Uribe Uribe y San Cristóbal. “En esas zonas, las identidades entran en confrontación porque son un estilo de vida y algunas personas, externas a las barras, han visto una oportunidad para impulsar el delito o para poder meter poco a poco la distribución de armas y drogas, lo que ha generado un conflicto interno que se decanta en violencia”. Y es que, por ejemplo, habitantes de Kennedy han denunciado que desde el año pasado facciones de los ‘parches’ de Millonarios y Santa Fe se enfrentan en parques y plazoletas “a machete y piedra por mantener el control de barrios y las cuadras”.
A pesar de episodio viral, ‘los leopardos’ son paz
En la capital santandereana existen dos barras bravas fuertes que se mueven mientras ‘el Leopardo’ juega en las canchas. Se trata de ‘la Fuerza Leoparda Sur’ y ‘la Gran Familia’. Ambas siguen al Atlético Bucaramnga.
La Policía Metropolitana informó que, al momento, esos dos grupos no han generado desmanes ni ningún contratiempo en los partidos que se han jugado en el estadio Américo Montanini, en Bucaramanga. También se reportó que no hay ninguna cifra de capturas de los miembros de las barras bravas; es más, dieron a conocer que estos grupos trabajan en conjunto para que se maneje la tolerancia en los partidos.
El único caso de mal comportamiento por parte de un hincha ‘leopardo’, y que se hizo viral en su momento, fue el de Sebastián Luna, que se hizo famoso de manera negativa por robarle la medalla al deportista Carlos Henao tras obtener la primera estrella y ganarle a Santa Fe en el Estadio el Campín, en Bogotá. Fue captado en video y quien lo denunció públicamente fue un familiar, que a contadas horas le hizo devolver el símbolo hurtado. Luna pertenecía a ‘la Fuerza Leoparda Sur’ y por este actuar fue retirado en su momento de esta barra brava.
“Queremos decirle a la comunidad que condenamos este acto o cualquier eventualidad similar hacia un jugador o cualquier ciudadano. Nuestra barra no es ni será cómplice jamás de este tipo de acciones. La persona que cometió dicha acción lo hizo de manera personal y no representa los valores y virtudes de nuestro colectivo barrista”, dio a conocer en un comunicado.
REDACCIÓN NACIÓN
*Con colaboración de BOGOTÁ.