Un nacimiento, animales de granja, José y María, tres Reyes Magos y algunas casas y personas. Así se concibe un pesebre tradicional.
Conforme a los criterios de
No en Venecia. En este municipio de Antioquia decidieron llevar esto a otro nivel y desde hace 20 años se exhibe un monumental pesebre costumbrista a escala 1/20 que año a año crece y le incorporan nuevos elementos.
En este pesebre todo es posible: hay un lugar de venta de pollos al lado de la Torre de Babel, Noé y su arca se preparan para el diluvio, el suntuoso Templo de Salomón está al lado de una típica casa antioqueña y hasta personajes como Blanca Nieves, Caperucita Roja y Pinocho conviven en este espacio navideño, teniendo una vista privilegiada de Sodoma y Gomorra.
Luis Fernando Betancur, arquitecto nacido en este municipio, es el creador de este pesebre el cual decora la iglesia de San José desde hace 20 años.
Sin embargo, fue desde 2021 que comenzó a tener un mayor reconocimiento gracias a la difusión que ha tenido, desde medios de comunicación hasta por redes sociales de quienes visitan este espacio y se van maravillados del tamaño, los movimientos, la creatividad y la decoración que tiene este particular pesebre.
“Este pesebre es único en el mundo por una razón muy sencilla: por inspiración propia tiene relato bíblico (el Edén, el bautismo de Jesús por San Juan Bautista, la Torre de Babel, el Arca de Noe, Moisés y el mar rojo, etc); aparece el relato infantil, porque los niños son unos grandes seguidores de ese pesebre, entonces que vean a Pinocho a Caperucita Roja, a Blanca Nieves, entre otros, eso hace que sea por decirlo de alguna manera, muy extraño y muy impactante, y no desdibuja esa idea de un pueblo antioqueño, de un pueblo nuestro muy colonial”, opinó Betancur.
Y es que en medio de este pesebre están también las típicas escenas de un pueblo antioqueño, el entierro al hombro, la cantina, las iglesias, la plaza del pueblo, los venteros, las cantinas, cultivos de café y hasta la cárcel municipal con reclusos intentando fugarse.
https://www.youtube.com/watch?v=https://youtu.be/1UT_g_n8Qzs
Un pesebre ‘vivo’
Esta creación ocupa un área total de 332 metros cuadrados, tiene 2.950 figuras hechas todas a mano por Betancur con madera, plastilina y plástico, 400 edificaciones en madera y 200 movimientos mecánicos y de río.
Y es que es esa una de las particularidades que más gusta de este pesebre, su movimiento automático. Hay un tren que recorre de lado a lado el pesebre, lavanderas en el río aireando la ropa, un niño moviendo un palo para jugar con un perro, personas elevando cometas, un borracho correteando a una mujer y hasta un hombre ‘voliando’ su sombrero aguadeño en el Ponte Vecchio (Puente Viejo), una réplica del que está en la ciudad de Florencia (Italia).
Para este año, el pesebre cuenta con cerca de 250 habitantes nuevos y una decena de edificaciones con más relato costumbrista y literario son algunas de las novedades que podrán encontrar los visitantes desde este domingo primero de diciembre.
Sin embargo, algunos visitantes tuvieron la fortuna de poder verlo antes. Fue el caso de Patricia, quien viajó desde Montería para conocer el Suroeste antioqueño y antes de llegar a Jardín paró en Venecia porque había escuchado del pesebre y se arriesgó a entrar a la iglesia antes de que fuera dado a conocer.
Allí pudo apreciarlo en compañía de las tres mujeres que la acompañaban y quedó maravillada.
“Es hermoso, dicen que es el más grande del mundo y nos tocó el privilegio que lo prendieron todo. Nunca había visto algo similar, me gustó todo, que alumbra, que todo tiene movimiento, los sonidos, que tiene lo de Sodoma y Gomorra echando humo, todo muy real”, expresó Patricia.
Sobre el pesebre
Cuenta el creador del pesebre que todo lo referente a esta monumental creación pasa por sus manos: la fabricación de los casi 3.000 muñecos, con su ropa, pelo y expresiones, la fabricación de las estructuras, que incluye pegar ladrillo por ladrillo y teja por teja, también la instalación de los motores y válvulas que le dan movimiento y permiten que fluya el agua; y finalmente, el montaje del mismo dentro de la iglesia.
“Crear cada muñeco me puede tomar aproximadamente 45 minutos y para el montaje de pesebre es poco más de un mes”, expresó el arquitecto.
Esta creación cuenta con 2 km. de cable eléctrico, 100.000 tejas y baldosas a escala, 450 m2 de icopor, 40 galones de pintura, 1.000 unidades de musgo artificial, 60 mts de cadena montañosa, 25 metros de río, media tonelada de piedras, 1.000 tablas y largueros y 2.000 metros de madera balsa.
Crear cada muñeco me puede tomar aproximadamente 45 minutos y para el montaje de pesebre es poco más de un mes
Recuerda Betancur que el primer pesebre que hizo para esta iglesia fue en cartón paja cuando tenía 18 años y apenas estaba comenzando a estudiar Arquitectura, era de 35 metros cuadrados y de inmediato llamó la atención porque era a la misma escala que el que está actualmente.
Desafortunadamente quedó destruido tras una inundación provocada en la Alcaldía, donde estaba guardado. Tardó otros 10 años en animarse para hacer otro, esta vez en madera y era de 40 metros cuadrados.
Este hobby siguió creciendo y cada año comenzó a verse más grande y este 2024 llegó prácticamente llegó a su tamaño máximo por lo que comenzó a crecer hacia dentro.
Cada año, el monto entre mantenimiento y creación de nuevas figuras, es de unos 25 millones de pesos, que salen del bolsillo de su creador.
Novedades
Uno de los principales detalles que tiene este año el pesebre, además de ampliar escenas que ya había, como el Arca de Noe y Sodoma y Gomorra, que adquirieron más espacio y detalles, es el tren.
“Todos los movimientos del pesebre yo me los invento, lo que más lidia me dio de todo el taller fue el tren, ese tren tuvo por ahí cinco versiones hasta que por fin logré que funcionara. La idea para el próximo es tener un tranvía”, contó Betancur.
Asimismo, por pedido de la comunidad, entre los habitantes del pesebre hay seis personajes ilustres del pueblo, de los cuales cuatro aún siguen vivos. Estos personajes están distribuidos a lo largo del pesebre y tienen un signo de interrogación para que los visitantes del pueblo los puedan distinguir.
Uno de ellos es Ovidio ‘coco’, un reconocido vendedor ambulante de la zona quien fue el único de los desaparecidos cuyo cuerpo no ha sido encontrado desde finales de junio cuando ocurrió una avalancha en el municipio.
El otro personaje fallecido es Luis Fernando Betancur padre, papá del creador del pesebre y quien fue una persona muy querida y reconocida en Venecia.
Los cuatro restantes aún están con vida: Marielita, una mujer muda que se mantiene custodiando la iglesia y que es reconocida por su obsesión por los bolsos; está Martha Ochoa, quien maneja el asilo; Leonel Gallego, conductor del popular programa regional ‘La Tierra, Los Animales y El Hombre’; y ‘Tula’, el sepulturero del pueblo.
Lo que se viene
El pesebre gigante estará exhibido en el Santuario San José de Venecia durante todo diciembre y todo enero (2025).
Sin embargo, desde ya Betancur tiene claras algunas novedades que implementará el próximo año. Cuenta el hombre que, a los relatos bíblicos, infantiles y literarios, le sumará los mitos y leyendas, así como comunidades indígenas, que también tendrán lugar dentro del pesebre.
Al ritmo que está creciendo este atractivo, sabe que necesitará otro espacio, por lo que se sueña una exhibición permanente del mismo en el mismo pueblo, pero por fuera de la iglesia en lo que él ha llamado una ‘Villa Navideña’.
Como anécdota, contó que este año estuvo muy cerca de dejarse tentar de una propuesta para tener el pesebre exhibido en Medellín, en Parques del Río donde está el nodo central del alumbrado navideño.
Sin embargo, tras enterarse de la tragedia en su natal Venecia que dejó cientos de afectados y varias vidas perdidas, optó por dejar allí el pesebre, que se ha convertido un símbolo de alegría y esperanza para este municipio.
Jalonador de la economía
Ubicado a poco menos de 2 horas de Medellín, Venecia no era reconocido como un municipio muy turístico. Sin embargo, gracias al pesebre esto ha venido cambiando en los últimos años.
Cifras del municipio indican que el año pasado hubo cerca de 100.000 visitas aproximadamente a Venecia en esta temporada, de los cuales unas 42.000 personas hicieron el ingreso de manera oficial a ver el pesebre.
El ingreso tiene un costo de $2.000 que van para la parroquia, un dinero que sirve para hacerle mantenimiento al templo.
Tanto habitantes como comerciantes esperan que este año se logre superar esa marca, que el pesebre ayude a reactivar la economía local y a recuperar la dinámica turística, tan afectada durante todo este año.
ALEJANDRO MERCADO
Periodista de Nación
Medellín